viernes, 14 de abril de 2017

Lo último intenso

Nos tomamos de las manos, y no hizo falta decir más, cruzamos los afectos desde la yema de los dedos, no queríamos dejar de sentirnos de esa manera. Quise irme, a veces queremos evitar, me retuvo con masajes en los nudillos, él a mi y yo a él. Quizás las manos sean las partes más sensibles del cuerpo,pensé. Nos despedimos de esa manera, sin palabras es mejor. Al salir de la casa lloré, como cada vez que iba a visitarlo, pero esas cosas quedan afuera conmigo. Guardaré ese recuerdo como el último intenso.
 Luego llegaron las pastillas para que no piense, sienta o le duela, el comercio médico, tubos de oxígeno y un pequeño robot con un sonido de motor constante que reemplazaba su pulmón. Ahora, cada vez que siento ese sonido caigo en creer que sigue vivo.


4 comentarios:

silvina guala dijo...

Terrible texto Patricio, como los ángeles de Rilke

Eduardo dijo...

Cada vez que tuve la oportunidad de charlar con el me enseño algo. Desbordaba experiencia y la compartió generosamente.
Un gran tipo. Ese es mi recuerdo.
Abrazo.

Unknown dijo...

Se fue un buen tipo, una buena persona que siempre me paraba por la calle y me hacía un chiste, lo bueno es que ahora no va sufrir más, va a descansar y cuidar de su familia desde arriba por que ahora es un ángel más. Saludos a flia en este momento.

Anónimo dijo...

Siempre me invitaba a festejar algo familiar y como, un gran homenaje me asaba una colita de cuadril fantastica que Lidia previamente compraba y asi sencillamente..festejabamos el habernos conocido y ser los abuelos de Francisca..fue un placer..y lo extrañare mucho..